Este blog, pretende recoger una serie de experimentos sencillos que expliquen las pequeñas cosas de la vida cotidiana de una forma sencilla, didáctica y divertida.
Nuestra pretensión es crear una serie de experiencias que se puedan utilizar como una herramienta de trabajo en el aula y que cada uno de nosotros y nosotras podamos adaptarlo a nuestras necesidades educativas.
Muchas
veces, hemos jugado con imanes de niños, y quien no ha intentado alguna vez,
colocar un imán encima de otro para ver si levita. Evidentemente, o se da la
vuelta o se cae hacia un lado.
Hay muchos levitadores magnéticos en el mercado,
que se pueden comprar, pero es mucho más divertido hacer uno en casa, y comprobar que es
posible. Aquí os dejo un video y los planos para conseguir un levitador casero
con materiales sencillos de encontrar, si te gusta el reciclaje.
Hay
que perder un poco de tiempo en ajustar los imanes hasta conseguir el efecto
deseado, pero el resultado merece la pena.
Después de algunas intrusiones en la química por mi parte, perdónenme
los químicos, quería hacer algún efecto que pareciese convertir un líquido en otro
distinto y sorprender a los alumnos con algo divertido. Tras investigar un poco
por ahí y por allá, he descubierto un sistema basado en la Física que hace un
efecto muy divertido. Parece que cambiamos agua por un refresco de cola, y
aunque en realidad no es así verdaderamente, el sistema utilizado para
conseguir esta ilusión sirve para explicar varios conceptos básicos sobre la
Física más elemental. En el siguiente video, podemos ver el efecto conseguido y
como fabricarlo con materiales muy simples.
COMO FUNCIONA
Fijémonos en el siguiente dibujo:
Cuando vertemos el agua a través
del embudo, el agua que cae dentro de la botella de la derecha, hace dos
funciones:
- Una, tapa la manguera que va
hasta abajo de la botella evitando el retorno del aire que se encuentra dentro
de la botella.
- Dos, Empuja el aire hacia
arriba, desplazándolo por la manguera superior, que comunica los dos
recipientes, hacia la botella de la izquierda.
Este aire que va entrando
en la botella de la izquierda, empujado por el agua, va aumentando la presión
en la misma, obligando al refresco de cola a salir por la manguera que va de la
botella al vaso.
Para conseguir que esto sea
así, es muy importante que en el circuito no haya ninguna fuga para que el aire
que se traslada de una botella a la otra, no pierda presión.